España está situada en una de la áreas geográficas más afectadas por la sequía, y las cuencas mediterráneas son las que más sufren este fenómeno. Urge la necesidad de tomar medidas para afrontar los desafíos hídricos del presente y del futuro, que garanticen la seguridad hídrica en todas las regiones.
El Trasvase Tajo-Segura es una buena muestra de ello, ya que con sus aguas riega los 44 millones de árboles frutales y las 70.000 hectáreas de cultivos hortícolas, que son el principal freno a la desertificación en el Levante y una de la principales herramientas más eficaces para combatir la sequía y el cambio climático.